km: muchos ( unos 110)
horas: un montón (unas 10 horas)
velocidad media: baja seguro
( perdi los datos del GPS al poco de llegar)
Ahora si que está echo. No
tengo palabras para la sensacion que se siente al llegar.
El dia comenzó con un buen desayuno para coger fuerzas, las iba a necesitar.
Salir de Orense me costo un montom porque no encontrba la ruta, al final vi una flecha y la segui un rato pero segui por la carretera porque se me habia olvidado el material de escalada, vaya rampas mis piernas pese a levantarse bien y son dolores no estaban preparadas para eso, autenticas paredes adoquinadas con unos desniveles salvajes. Fui por la carretera y no se si por la correcta pero la subida fue muy suave.
Hasta que recupere los caminos adelante mucho por carretera, iba viendo señales de Santiago a "pocos" kilometros", 90, 80... y me daban ganas de intentar llegar porque me veia bien y tampoco eran tantos. La emoción me podía.
Entraba por algunos caminos y muchos de ellos no estan para ir con una bici con alforjas, sino para gente caminando, senderos muy estrechos con piedras que habia q salvar bajandose y haciendo empujin, rios q ocupan todo el camino, la
verdad que asi es muy dificil montar en bici, y entre unas cosas y otras perdi l esperanza de llegar hoy a santiago, y encima cuando decidí olvidarme de los caminos porque solamente me iban a traer algun problema ( ya me caí un par de veces) me pierdo, no se la de kilometros aue hice por una carretera que no tenia nada que ver con mi destino, decidido a no dar marcha atras ni para coger impulso( bonito consejo que dieron hace poco) pues seguí adelante luchando con el viento, con mi desesperación y con la rueda de adelante que empezaba a hacer cosas raras y no iba muy fina.
Al final sin saber de donde apareció una flecha amarilla que me condujo al camino de nuevo. Aparecí en Dozon y alli me pare a tomar algo porque el peazo desayuno habia desaparecido. Me prometí que por hoy se acabaron los caminos imposibles, total ya me habia inventado la ruta de todo lo que iba de dia. Carretera alante y con mi destino Silleda no muy lejos.
A sido el día de los perros q odian las bicis primero me encuentro un perrucho que me sigue ladrandome y mordiende las alforjas el cabron y mas adelante otros dos perros que tambien salierom detras de mi, le di todo lo que pude porque no quería tener un disgusto ni caerme por culpa suya.
Segun avanzaba iba viendo como Santiago estaba mas cerca y por culpa de perderme hoy no iba a ser el dia.
Como pude llegue a Lalin, pare a comer porque estaba sin fuerzas y necesitaba algo en mi estomago con urgencia, busque un bar donde me pudieran hacer un bocadillo. Madre mia que rico estaba o que hambre tenia, estuve hablando con el chico que me atendió y me dijo que hasta Silleda lo tenia Facil. Le pague los 4€ mejor invertidos del dia y continue.
El chico teni razón no se tardaba demasiado en llegar, y ahí me empezaron mis dudas, le echo cojones y llego ( se puede decir cojones aqui no) p me paro y sigo mañ, esque me quedan 45 km , es muy pronto, me veo con fuerza... Hasta que al entrar por donde esta el albergue me encuentro a un señor un pelin pesado que ayer estuvo en Orense dando información del albergue y ahora estaba en la carretera parando a los peregrinos para que fueran a su albergue, me paro y le dije -ya me vio ayer en Orense y me dio la información-, y me dijo con una gran sonrisa, -a si es verdad! entonces paras aqui no?, y entonces es cuando me volvi loco y le dije - no, me voy hasta Santiago que ya no queda nada-
Entonces puse modo piloto automático y le fui dando hasta que se me salieran loa higadoa por la boca, el aire no ayudaba nada, hacia que para ir a 20km/h sufriera como si fuera a mas de 30, incluso bajando cuestas pronunciadas sino pedaleaba a tope me frenaba y eso que iba con el mayor desarrollo, una pasada.
Pero no iba a ser obstaculo para llegar a mi nuevo destino, ya emocionado por mi decisión cada cartel de Santiago con los kilómetros era un pocomas de moral y ya me daba igual cuesta arriba, aire, perros, caminos.
Los 5 o 6 ultimos km fueron bastante duros. El aire no dejaba ni un respiro y todo era cuesta arriba, yo ya no tenia muchas fuerzas, incluso tuve que parar poco antes de llegar a la plaza del obradoiro a comer un par de barritas porque sentia que me iba a dar algo en cualquier momento. Iba tan desmayado que no veia ni los carteles de la plaza y me fui a no se donde y acabe entrando por otro sitio.
Ya en la plaza deje la bici en el suelo, me tumbe al lado y pense que habia llegado, estaba destrozado pero feliz, me puse a llamar y avisar a la gente que habia llegado, ESTABA EN SANTIAGO.
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